¿Sabías que la artesanía pertenece a un sector con alto potencial en términos de contribución al desarrollo económico y social para el campo colombiano y zonas marginales de las ciudades?

¿Sabías que el ejercicio del oficio artesanal permite el empoderamiento de comunidades que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad, logrando que su calidad de vida mejore?

Antes yo no tenía las respuestas a estas preguntas pero ahora si. Hace 6 años la vida me dio un regalo, lo llamo un regalo porque desde ese momento encontré mi pasión, lo que me hace vibrar el alma. Estos años han sido desafiantes en términos mentales, físicos y emocionales, pero han servido para reafirmarme, en otras ocasiones transformarme y convertirme en la mujer que soy hoy.

Durante este tiempo conocí de primera mano la inmensa riqueza cultural que tiene Colombia, pero a su vez conocí un país con inmensas dificultades, con pobreza estructural, donde mujeres y hombres, que viven en zonas marginales, luchan por salir adelante en medio de situaciones adversas. Situaciones que serían impensables para quienes vivimos cómodamente en la ciudad.

Poder observar de primera mano la situación en que viven las comunidades artesanales del pacífico colombiano, en donde sus necesidades básicas están insatisfechas, en
donde en muchas ocasiones se han visto en medio del fuego cruzado que trae consigo
el conflicto armado, donde las madres no tienen los recursos necesarios paracomprarle un par de zapatos a sus niños, lo cual hace que tengan que caminardescalzos. Igualmente, algunas comunidades dedicadas al oficio artesanal, en caribe colombiano, tienen que convivir con la presencia de grupos armados y solicitar permiso para poder realizar cualquier actividad. En algunas zonas, las niñas tienen que crecer en medio de una problemática tan grave como lo es la prostitución infantil.

 

Estos y otros tantos lugares que la vida me ha permitido conocer, ha generado en mí un gran interés por trabajar por las poblaciones menos favorecidas de nuestro país y en especial buscar el empoderamiento de la mujer, porque sin desconocer las problemáticas a las que han estado sujetas los hombres, las mujeres son quienes han sido más afectadas.

Estoy convencida de que las mujeres son agentes claves para la reconstrucción del tejido social de nuestro país y motores para el desarrollo de sus comunidades.

A pesar de las dificultades en las que se encuentran la mayoría de comunidades artesanales en Colombia, cuentan con mi profunda admiración y respeto, pues son ellas quienes se han encargado de preservar nuestra cultura, nuestras tradiciones ancestrales, nuestra esencia como colombianos.

Hoy empiezo a compartir con ustedes mi mayor pasión. ¡Acompáñenme en este camino!