«Las personas viajan a destinos distantes para observar, fascinadas, el tipo de gente que ignoran cuando están en casa” Dagobert D. Runes
Hace un tiempo realicé un viaje al Japón que para mí fue un punto de quiebre. Lo llamo así porque sin saberlo estaba comenzando a dar las primeras puntadas del sueño que hoy estoy tejiendo. Fui becada por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón, por sus siglas en inglés JICA, para pasar una temporada en ese país y realizar un curso acerca del movimiento japonés One Village One Product, el cual busca incentivar el desarrollo de las comunidades a través de la promoción de bienes de origen local.
Tuve la fortuna de conocer muchísimos lugares y a personas con intereses similares a los míos: encontrar caminos para empoderar a comunidades que se dedican al oficio artesanal.
En Japón entendí que era el momento de escuchar esa voz interior que desde hace un tiempo me estaba diciendo que los sueños no sé pueden aplazar, que hay que cumplirlos y entre más pronto se empiece, más rápido se harán realidad. Dando un salto al vacío, decidí escucharla y una vez pisé suelos colombianos comencé a hacer cambios profundos en mi vida, a perseguir mis sueños y a construir el camino que me está llevando a escribir estas líneas.
¡Gracias por leerme!