Fue mi primera vez en Nabusímake y sé que no será la última. Mis queridos amigos  i´ku (arhuacos como los conocemos) me dijeron que debo subir 4 veces para quedar en armonía con la Sierra Nevada de Santa Marta, sus palabras me honraron ya que sé que esta invitación no la recibe cualquier persona.

Empoderando Artesanos-María del Pilar

Escondida en el paraíso de la Sierra Nevada de Santa Marta, Nabusímake es la capital espiritual de los arhuacos. Sólo pocas personas hemos tenido el privilegio de acceder a este impresionante lugar, por ser sagrado sólo permiten el ingreso a personas que cuentan con un permiso especial. Ellos con solo mirarte a los ojos saben a que has ido a ese lugar.

Llegar a Nabusímake es toda una aventura, de aquellas que requieren tener un buen espíritu guerrero. Para llegar a este lugar, viajé desde Bogotá a Valledupar y de ahí a Pueblo Bello para luego tomar la 4×4 que sube hasta allá. El camino para llegar allí era increíble, el recorrido está decorado con una gran variedad de vegetación al igual que su peculiar la carretera, si se puede llamar así. El camino está acompañado de paisajes asombros,es un trayecto largo, de varias horas, a medida que iba pasando el tiempo el mundo que conocía iba quedando atrás.

Empoderando Artesanos-María del Pilar

Una vez allá, todo se transforma, la mente inmediatamente se silencia gracias a la paz que hay en este lugar, los pensamientos se convierten en profunda calma. Nunca había estado en un lugar en el que me sintiera tan lejos del mundo que conozco y al mismo tiempo tan familiar, su gente es cálida y amorosa. Ellos creen que la Sierra Nevada de Santa Marta es el lugar donde nació la tierra y es vital para la salud del mundo entero, está es una de las razones por las que es un lugar sagrado y me inspira profundo respeto.

La completa calma y tranquilidad de Nabusímake fue una revelación para mí, un lugar totalmente alejado del frenesí del mundo que la mayoría conocemos. Siempre he estado rodeada de mucho ruido y pensamientos que pasan por mi mente como ráfagas de luz, tal vez uno de los efectos de vivir en la ciudad.

En este lugar recibí muchas enseñanzas que más adelante les compartiré. ¡Gracias por leer!